Renovación de Elixir: preparándose para «explorar sin límites»

El confiable Elixir de Max Campbell se ha probado al máximo en su viaje del Reino Unido a Nueva Zelanda. Mientras Max se prepara para embarcarse en la segunda mitad de su viaje alrededor del mundo, nos habla de la extensa renovación prevista...

Palabras de Max Campbell

Hace más de un año que Elixir, mi S&S Swan 37 de 1970, y yo llegamos a Nueva Zelanda, completando así la primera mitad de su circunnavegación desde el Reino Unido. Durante aproximadamente unos 26 000 km, a través de océanos y continentes, todo mi sistema de navegación se reducía a una sola pantalla: un iPhone con la aplicación Navionics. Era una prueba de la tecnología moderna, pero mientras entraba cojeando en el puerto de Tauranga con el mástil roto y el motor a punto de salirse de sus soportes, supe que para la siguiente etapa del viaje necesitaría algo más.

La realidad de un viaje de larga distancia es que tiene un gran impacto, no solo en el capitán, sino en todos los componentes del barco. Mientras veía cómo Elixir levantaba el casco del agua por primera vez en años, arrastrando consigo todo un ecosistema marino, la magnitud de la tarea que teníamos por delante se hizo evidente de forma abrumadora. Lo que ingenuamente esperaba que fuera un mes de mantenimiento se convirtió rápidamente en una de las cosas más difíciles que he hecho hasta ahora, porque renovar un barco viejo en un país extranjero enseña que nada es tan sencillo. Se detectó un problema en los soportes del motor que reveló que la caja de cambios estaba inservible, por lo que se tuvo que importar una nueva desde el extranjero. La reparación del mástil, necesaria tras la rotura del herraje del estay de proa, se convirtió en una reconstrucción completa del tope del mástil.

El trabajo ha sido implacable. Hemos vaciado completamente el barco, reconstruido el lecho del motor con acero galvanizado, reparado la podredumbre oculta en los mamparos, sustituido las válvulas de fondo y revisado casi todos los sistemas a bordo.

Una vez que te comprometes con un proyecto como este, no tienes más remedio que llevarlo a cabo, dedicándole dinero, tiempo y esfuerzo hasta alcanzar el objetivo. Se vuelve filosófico. Las habilidades prácticas, la gestión del tiempo y un presupuesto adecuado ayudan, pero la habilidad más valiosa es el optimismo. ¿Es capaz de afrontar un contratiempo sin reaccionar emocionalmente y seguir adelante con constancia, sacrificándolo todo con la esperanza de que al final merezca la pena?

Ahora, al comenzar el montaje de Elixir, comienza la fase más emocionante de la renovación: la instalación de su nuevo sistema de navegación. Después de navegar por todo el mundo con lo esencial, la actualización a un conjunto completo de equipos electrónicos de Raymarine se siente como viajar en el tiempo hacia el futuro. Esto representa un cambio fundamental en la forma en que interactuaré con Elixir y el entorno que la rodea.

El siguiente hito importante es instalar el equipo que guiará la segunda mitad de nuestra circunnavegación. Esto incluye dos chartplotters Axiom, uno en el timón y otro en la estación de navegación. Por primera vez, dispondré de instrumentos i70 dedicados al viento, la velocidad y la profundidad en la cabina, lo que me permitirá ver datos críticos de un solo vistazo. Instalamos un transceptor AIS700 y un radar Quantum, que transformarán por completo nuestra percepción de la situación en las concurridas rutas marítimas y nos permitirán detectar tormentas inminentes durante los largos viajes. Quizás lo más importante es que un nuevo piloto automático Evolution tomará el timón, convirtiéndose en un miembro de la tripulación fiable e incansable para los largos viajes que nos esperan.

Esto es más que una simple mejora; se trata de sentar las bases de la seguridad, la navegación y la confianza para recorrer las decenas de miles de kilómetros de mar azul que separan Nueva Zelanda de nuestro hogar. Aunque la renovación ha sido un desafío monumental, cada larga jornada en el astillero ha sido una inversión en el sueño. Pronto, Elixir navegará de nuevo por el Pacífico y, con un nuevo conjunto de sistemas electrónicos Raymarine como sistema nervioso, contará con todo lo necesario para la aventura que se avecina.

¡Próxima parada, Fiyi!