Anuncio de retirada de productos ACU-150 y ACU-400
Más informaciónLa «opción eléctrica» con instalación solar es más silenciosa, limpia y respetuosa con el medioambiente, como demuestra Mark Johnson, director de innovación marina para productos Raymarine.
miércoles - 31 marzo 2021
Si tuviéramos que resumir brevemente cuál es el atractivo de navegar con un motor de propulsión eléctrica en lugar de diésel, evidentemente diríamos que es más silencioso, limpio y respetuoso con el medioambiente. Estas ventajas evidentes hacen que sea difícil entender por qué alguien desearía apostar por una opción diferente. Sin embargo, hay muchas otras razones para pasarse a una instalación totalmente eléctrica, como confirma personalmente Mark Johnson, director de innovación marina para productos Raymarine.
Durante dos años consecutivos, 2019 y 2020, Mark participó en regatas veraniegas a bordo de su Pogo 30 totalmente eléctrico, el Zephyr. La travesía del año pasado consistió en un itinerario de ida y vuelta desde Francia hasta el Reino Unido durante siete semanas, mientras que el crucero familiar del pasado verano se prolongó durante tres semanas entre Vannes y La Rochelle. Cuando se le pregunta por la razón de decidirse a renunciar al diésel y optar por un motor totalmente eléctrico, el entusiasmo de Mark resulta convincente. «No hace ruido, no hay vibraciones, no huele mal, pesa mucho menos, la potencia entra al instante y no necesita mantenimiento en invierno. No hay nada de lo que quejarse. Sobre todo, si tienes un velero limpio y bonito. La propulsión eléctrica es obviamente mucho mejor».
La instalación eléctrica a bordo del Zephyr es muy extensa. Dos baterías de litio Torqeedo Power 48-5000 alimentan el motor eléctrico, que se carga con un panel solar flexible Solbian de 1 kW acoplado a reguladores de carga solar MPPT de 47 V. Esta disposición se combina con un complemento completo de productos Raymarine, empezando por un MFD Axiom (display multifunción) y un sistema de control de conmutación digital de Raymarine conectado a la red. Eso permite que el MFD pueda mostrar una serie de detalles de la propulsión eléctrica y se comparta la pantalla con una barra lateral de datos cartográficos. Además, el Pogo cuenta con un piloto automático Evolution de Raymarine. Mark interactúa con el piloto automático tanto a través de su MFD Axiom como de dos unidades de control de piloto automático Evolution P70 remotas.
Esta integración tan exitosa de la electrónica ha permitido al Zephyr convertirse en última instancia en una demostración tecnológica para Raymarine, algo que no formaba parte del plan original de Mark. «Me limité a centrarme en cómo conseguir un sistema de energía solar que funcionara de verdad», recuerda. «Creo que el aspecto de demostración solo se hizo patente tras ver el display Torqeedo. Me entusiasmó el concepto, pero pensé que podíamos aprovechar la experiencia de Raymarine para presentar la información relevante con mayor claridad».
Mark decidió comentarlo con sus compañeros de Raymarine. Tras largos debates, se sugirió que la lectura del display podía sustituirse utilizando la conmutación digital. A continuación, Mark pensó en los datos que le gustaría que se mostraran y en la forma de medirlos. Los parámetros que decidió fueron el estado de la carga, la autonomía, la producción solar, el consumo de energía y la potencia neta.
Las regatas veraniegas de 2019 y 2020 se convirtieron en bancos de pruebas perfectos y la instalación eléctrica funcionó impecablemente en ambas ocasiones. «En nuestra gran regata por el Canal en 2019», recuerda Mark, «el clima fue espantoso, pero había mucho viento para navegar y suficiente luz para mantener las baterías cargadas en todo momento». Además, Mark califica su regata de 2020, principalmente soleada, como «facilísima»: incluso en días en los que no había viento, el motor funcionaba a 1 kW mientras pescaba en tramos cortos a 3,5 nudos, con lo que lograba un equilibrio perfecto entre las necesidades de un crucero familiar y las del sistema eléctrico-solar».
«No hubo ningún problema con la energía, ya que las limitaciones que supone tener la familia a bordo estaban exactamente en consonancia con las restricciones del sistema eléctrico-solar. Nadie quiere navegar a motor durante 10 horas, lo que requiere planificarse bien» ,señala Mark. «Íbamos de un puerto a una playa, donde nos quedábamos durante un par de horas, tiempo suficiente para pescar algunas caballas. Si simplemente vas fluyendo mientras pescas, todo el mundo es feliz».
El MFD Axiom de Raymarine mantuvo a Mark informado del estado de las baterías y de los flujos de energía, lo que le permitió planificar estrategias energéticas con mayor eficacia. En particular, Mark observó que, en los días soleados, los paneles solares solían alcanzar un pico de 600 W alrededor del mediodía, lo que permitía recargar las baterías al máximo rápidamente. Al mover los paneles solares a una posición horizontal se maximizó la potencia y se permitió que dieran buena sombra a la zona de la cabina.
Cuando se le pide que enumere las ventajas de la instalación totalmente eléctrica de su Pogo 30, Mark reflexiona por un momento.«Hay muchas, pero creo que la mayor ventaja es el ahorro de espacio, porque sin él realmente necesitaría una embarcación de 36 pies para navegar con la familia».
Como todos los navegantes, Mark quería aprovechar al máximo el espacio disponible en su barco. Pudo utilizar la sala de máquinas para la balsa salvavidas y el espacio que se necesitaría para los depósitos de diésel como armario colgante, aprovechando así al máximo el espacio para la potencia eléctrica.
Pero también han surgido otras ventajas. «Al poder acomodar a la familia en un barco de 9 metros, creo que tenemos un barco más ligero y más fácil de manejar, lo que supone un ahorro de costes en relación con el espacio. Esto puede animar a la gente a navegar, al descubrir que ahora es posible conseguir mayores niveles de confort».
Mark cree que esto es solo el comienzo del cambio al motor eléctrico.«Si nos fijamos en la curva de costes de las baterías de iones de litio, estas duplican su capacidad y reducen su precio a la mitad cada cuatro años, por lo que una solución totalmente eléctrica se convierte en una opción cada vez más deseable y asequible».
A Mark le entusiasma compartir los detalles de esta solución con los demás y ofrecerla al mercado. Mark concluyó la entrevista diciendo: «Estoy deseando ver más instalaciones como esta en el agua».